lunes, 28 de marzo de 2011

INSUFICIENTE REACCION

 
Xala y Barriola están a quince tantos de la final del Campeonato de Parejas tras derrotar 17-22 a Martínez de Irujo y Merino II en el duelo de líderes disputado ayer en el Astelena de Eibar, que rozó el lleno con la asistencia de 1.200 pelotazales. El zurdo de Lekuine y el zaguero de Leitza alcanzarán su objetivo si llegan a esa cifra, 15, ante Olaizola II y Begino en su choque de la tercera y última jornada de la liguilla de semifinales.
 
Irujo y Merino II no pudieron sellar el pase a la final, objetivo que les garantizaba la victoria, pero el número de tantos conseguidos, 17, les permite depender de sí mismos. No necesitan mirar a lo que ocurra en el otro partido. Serán finalistas si superan a Gonzalez y Laskurain.
 
De momento, no hay nadie clasificado, ni nadie descartado.
 
La intensidad en el juego dio la victoria a Xala y Barriola en un compromiso que se les puso de cara con una ventaja de diez tantos, 3-13 y 5-15, pero se les complicó mucho tras la reacción de Irujo, que con un parcial de 10-0 trajo el empate a 15. Le faltó culminar la remontada.
Con 15 iguales, tras pedir Xala y Barriola un descanso táctico, Irujo y Merino II entraron al vestuario, el primero para ponerse hielo en la rodilla y el segundo porque estaba a punto de que se le subiera el gemelo de la pierna.
 
Volvieron, pero el partido ya no fue el mismo para ellos. Se cortó la racha que amenazaba con dar un vuelco total al partido.
 
Si bien Xala y Barriola estuvieron metidos en el juego desde el primer minuto, tal y como está siendo habitual a lo largo del campeonato, Irujo tardó en enchufarse. Lo hizo hacia las siete menos cuarto de la tarde, cuando llevaban ya más de media hora sobre la cancha.
Apareció el genio con acciones deslumbrantes como aquel dos paredes desde el tres, con los pies plantados en el ancho, tras dos derechazos que provocaron devoluciones apuradas de Barriola (5-13). O como aquel gancho rapidísimo que cruzó, por fin, en el 8-15. En veintinueve pelotazos, los que se dieron del 5-15 al 13-15, consiguió arrimarse a dos tantos después de ir diez por detrás.
 
Como ya le había sucedido en partidos anteriores, le costó cruzar sus ganchos. No está inspirado en esa faceta del juego. Por eso o quizá por un material «corto» según el propio delantero de Ibero, optó por parar en el txoko en lugar de imprimir velocidad con la zurda. No estuvo preciso en esas acciones, lo que aprovechó Xala para contraatacar con zurdazos cruzados al ancho o pelotazos atrás que le permitieron tomar la iniciativa en el peloteo.
 
Reacción de Irujo
 
De todas maneras, Irujo dio vida a un encuentro que languidecía con los diez tantos de renta de los azules. Animó al público con sus zarpazos y con sus dos paredes. También surtieron efecto sus saques bombeados, tal y como ocurrió la semana anterior en Bilbao. Incluso creó desconcierto en Xala y Barriola con su segundo tanto de saque, en el 12-15. El de Lekuine amagó con entrar de volea, Barriola inició su carrera para tratar de cubrir cancha y se quedó en tierra de nadie al dejar pasar la pelota su delantero.
Incluso David Merino se vino arriba y comenzó a gozar más con las dos manos. Un derechazo suyo que puso en la pared izquierda a la altura del nueve fue su mejor pelotazo de la tarde. Ya no estaba tan dominado como al principio.
 
Parecía que Irujo y Merino II habían hecho lo más difícil. Estaban lanzados. Pero les faltaban siete tantos para llegar a veintidós. Sólo sumaron dos más.
 
Xala y Barriola siguieron enchufados, mientras que Irujo pagó precisamente haber empezado sin tanta intensidad como sus dos adversarios. Tardar media hora es conceder demasiada ventaja a una pareja de esta categoría.
 
Xala volvió a rendir a un altísimo nivel. Maneja la volea de derecha como el mejor diestro. Cruzó dos ganchos perfectos. Su cortada al ancho a la contra le dio resultado en más de una ocasión. Se apuntó cinco tantos de saque. Y rebasó de besagain a sus dos contrarios con fuerza y elegancia en el 2-11, su mejor remate.
 
Tras las dudas del domingo anterior con su mano derecha, Abel Barriola recuperó un tono notable, basado en una consistencia defensiva a prueba de bomba. Esta vez la pelota le salió con más chispa y mantuvo a raya a un Merino II que, sin llegar al juego excelso de Bilbao, no desentonó. Hacía falta un Irujo más brillante.
Fuente:Diario Vasco

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